EL GRITO
Iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho (...) Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza.
Este fue el precursor del arte moderno, pintó este óleo "el grito" que forma parte de cuatro cuadros o versiones. Esta, la más famosa, de 1893, se encuentra en la Galería Nacional de Noruega. En ella aparece una figura andrógina en primer plano, símbolo de una profunda angustia y desesperación existencial; el fondo del cuadro representa Oslo, la capital de Noruega, vista desde la colina de Ekeberg. El grito se considera un icono cultural como la Gioconda de Da Vinci.


